Nuestros días en esta tierra son como la hierba, como la flor del campo que florece y muere (Salmos 103:15 NBV)

Recuerdo tener unos 10 años de edad, estar cursando la enseñanza escolar y al mismo tiempo añorar con ansias que pronto llegaran los años donde sería más “grande” e “independiente”. Cumplidos los 15, soñaba con ser mayor de edad, alcanzar los 18  (en mi país es mayoría de edad), sin embargo llegada dicha edad anhelaba crecer aún más y alcanzar los 20, 23, o 25 años, esto lo deseaba porque quería ser más independiente económicamente y así bendecir a mis padres, disfrutar de otras libertades, viajar, asumir mayores responsabilidades en mi iglesia local, visitar otros ministerios, participar de congresos, etc. (Por favor no me mal intérpretes, porque ¡vaya que disfruté mi adolescencia y juventud! , no obstante a ello, hay  cosas y maneras de pensar que cambiaría).

Este mes cumplí 32 años, sin dudas fue un Cumpleaños Feliz, pero ya no quiero seguir cumpliendo años, ahora deseo que el tiempo se detenga jajaja, no es cierto, es una broma, en realidad amo cumplir años en Cristo, pero aquí va lo que realmente quiero compartir contigo:

Al igual que yo, es muy probable que también tú, en algún momento de tu vida anheles o hayas anhelado cumplir más años de los que tienes, esto para crecer y así sentirte más útil.  Y es normal sentir esos deseos, deseos de experimentar otras responsabilidades, desarrollarse, estabilizarse, independizarse del ceno materno, proyectarse para el matrimonio, para el ministerio, entre muchas otras cosas, sin embargo es muy importante que no vivas  preocupándote por los años que tarde o temprano llegaran (la vida pasa muy rápido), en cambio puedes decidir “ocuparte” y enfocarte correctamente en la temporada de tu vida en la que estas HOY, vivir un día a la vez.

En la actualidad ¿Qué edad tienes? ¿15, 18, O quizás estas en tus 20s, 30s o más?

Sea cual sea tu edad, tienes justo frente de ti la fabulosa oportunidad de determinar cómo vivirás tu vida (la única que tienes). ¿Qué harás con la edad que Dios te regaló?, ¿Vivirás al máximo para Jesús?, ¿Contenderás por mantener tu corazón en fuego por Dios, viviendo en el primer mandamiento? O ¿Por conocerlo más íntimamente y así ser transformada al carácter de Cristo?

Si pudiera volver el tiempo atrás regresaría a mi yo adolescente y le diría que disfrute más, que se arriesgue, que se ría más, que haga el ridículo, que haga más amigos, que viva más intensamente para Dios y se gaste para él y que no invierta ni un minuto esperando años “mejores”, pero como no puedo hacerlo, vengo a ti, para animarte a que tu disfrutes cada una de tus etapas y observes como Dios escribe tu historia y de esta manera reposes en la verdad que Dios te creó y que él mismo te sustentará todos los días.

Querida, recuerda que tus años están en manos de Dios, él escogió el día de tu nacimiento, no tienes tu edad por error, ni eres un accidente. Dios en su palabra ya prometió estar contigo siempre:

Yo seré su Dios en toda su vida. Sí, hasta que su cabello se encanezca por la edad. Yo los hice y yo los cuidaré, los llevaré en mis manos y seré su Salvador. (Isaías 46:4 NBV)

Entonces: ¿Cómo vivirás tu próximo cumpleaños?,  ¿Seguirás pensando en crecer pronto y rápido?, o bien ¿Qué cambios realizaras en tu manera de pensar y vivir, hoy mismo?

Por Elizabet Ana Cornejo Gajardo