Muchas veces me pregunté, ¿será que Dios realmente valora a las mujeres? Yo pensaba en que todos sus discípulos eran hombres, decidió enviar a un varón a la tierra, la mayoría de personajes muy mencionados en la Biblia eran hombres…etc. Y estoy segura de que no he sido la única en preguntármelo.

Hoy quiero compartirte algunos puntos de cómo Dios me ha mostrado lo valiosas que somos para Él y para la tierra:

1. Dios no decidió crear solo al hombre. Dios expresó que no era bueno que el hombre esté solo, es decir, Dios no pensó en un mundo solo de hombres, fuimos el sello de la creación y Dios se maravilló en crearnos para hacer su creación completa.
2. En toda la Biblia hemos sido influencia. Esto ha sido tanto para bien y lastimosamente no siempre para bien, pero hemos influenciado muchísimo, tenemos un poder dado por Dios para hacerlo, para edificar, cautivar y transformar. Por ejemplo, ¿recuerdas a Moisés? ¡dos mujeres heroínas salvaron su vida en dos ocasiones! Su madre lo salvó siendo bebé al estratégicamente entregarlo a los egipcios, y ya luego, cuando Moisés fue llamado por Dios para rescatar a Israel, estuvo a punto de morir hasta que rápidamente Séfora intervino salvando también su vida.
3. Tenemos el privilegio de dar vida. A ver, esto es algo demasiado grande ¡Dios nos tiene mucha confianza! Ha decidido que sea la mujer quien lleve vida en su vientre. Si lo pensamos detenidamente, somos el primer encuentro e influencia de todo ser humano, no hay otra opción u otra persona ¡somos nosotras! desde el momento en que tenemos al bebé en nuestro vientre.
4. Jesús vino mediante una mujer. ¡El ministerio y la Misión de Jesús nos cambió la vida! y sabemos que llegó al mundo por obra del Espíritu Santo pero fue puesto en el vientre de una mujer. Así Dios decidió que vendría nadie más y nadie menos que nuestro Mesías, nacido y criado por una gran mujer.
5. Jesús en su ministerio resaltó a la mujer en todo tiempo. Mientras Jesús estuvo en la tierra, si hay algo que hizo fue darle valor a la mujer pese a las condiciones culturales que existían. Él se detuvo cuando una mujer tocó su manto, la miró y la sanó, Él detuvo la situación en el que apedrearían a una mujer por ser sorprendida en adulterio, Él llamó la atención de alguien que criticó el hecho de que una mujer derramara un perfume a sus pies, Jesús trabajó en equipo con una mujer samaritana para predicar el evangelio en Samaria (lugar donde no podían entrar judíos). Las mujeres sostenían el ministerio de Jesús financieramente y también Jesús decidió que las mujeres sean las primeras que vieran ¡la tumba vacía!

Me encantaría darte muchos ejemplos más y estoy segura de que también tienes otros en mente, pero lo importante es que sepamos que hemos sido figuras claves en la Biblia y para la obra del evangelio, ¡nuestro valor es inmenso tanto en la tierra como para Dios! pero también, en nuestras manos está la decisión de influenciar para bien o para mal ¡Dios desea que sea para bien! (Deut. 30:19) Asumamos este reto con valor y llevemos transformación al mundo con amor.

“»Invoco a los cielos y a la tierra por testigos de que he puesto delante de ti la vida o la muerte, la bendición o la maldición. ¡Ojalá optases por la vida para que tú y tus hijos puedan vivir!” Deuteronomio 30:19 (NBV).

Escrito por: Catherine Morelo Janson.
(Foto: Freepik)