LO MAS SAGRADO
Tu intimidad es eso que podríamos llamar «los expedientes secretos de tu vida». Esas cosas tan personales que una chica nunca debe dar a conocer o ventilar con facilidad. En un momento de emoción (y las chicas de ser emocionales sabemos un montón) es posible que llegues a compartir con alguna amiga o amigo esas batallas internas que están vinculadas con tus aspectos más íntimos. No obstante, en algún otro momento de tu vida quizás te arrepientas de haber contado algo tan preciado como un tesoro, y ya sea demasiado tarde para volver atrás.
Amiga, aunque muchas veces tendemos a ser demasiado francas y contar con lujo de detalles vivencias del pasado y circunstancias que tal vez solo debamos confesar delante de Dios en oración, las palabras que se divulgan nunca más se pueden retirar ni recuperar, así que ten mucho cuidado con lo que sale de tu boca, en particular cuando estás muy vulnerable. También cuídate del tipo de información que divulgas por la Internet, los mensajes de textos y las redes sociales.
Personalmente, creo que tampoco es correcto que un chico y una chica estén hasta altas horas de la noche chateando o enviándose mensajes de texto. Quizás te suene anticuada, pero hay ciertas conversaciones que no nos hace bien tenerlas a determinadas horas, definitivamente.
Si en algún momento sientes la necesidad imperiosa de hablar de algún asunto privado actual o del pasado que te haya tocado o te esté tocando enfrentar, mi consejo es que busques a la persona correcta para comentarle algo tan valioso sobre tu vida. Piensa en una mujer madura, fiel y confiable que te pueda escuchar, aconsejar, y te ayude a orar sobre lo que te preocupa.
Ya verás que hay algunas cosas muy íntimas que solo llegarás a compartir con el compañero de toda tu vida: tu futuro esposo. Sin embargo, incluso en esa circunstancia, es aconsejable no dejarte llevar por el enamoramiento y esperar hasta que la relación sea seria y comprometida. Piensa en cuántas chicas muy enamoradas llegaron a abrirle esas puertas íntimas del alma y el corazón a un chico con el cual después la cosa simplemente no funcionó, por lo que ahora las atormenta el pensamiento de que en cualquier momento este muchacho pueda llegar a divulgar algo tan íntimo y privado debido a que ya no siente el compromiso de cuidar la intimidad de quien va a ser su verdadero amor.
Considera la definición de intimidad que ofrece la Real Academia Española: «La intimidad es la zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia».
Dios, tu Creador, es el Único que tiene acceso y permiso absoluto para conocer tu intimidad. Es más, no podemos esconder nada de él, querida amiga.
“SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, SEÑOR, ya la sabes toda.
Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.
Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo. ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!
Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío», ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!”
Salmo 139:1-12
Su amor incondicional, su comprensión y su consuelo llenan todas nuestras expectativas y sanan milagrosamente nuestro interior. ¡No hay nadie más confiable que tu Dios!
Escrito por Carina Valerga.
- Posted by Planeta Girl
- On octubre 29, 2020
- 0 Comments
0 Comments