La industria cosmética ha logrado revolucionarios avances en materia de productos de belleza facial, por tanto, hoy tenemos a nuestra disposición una amplia gama de cosméticos creados con el fin de embellecer el rostro y adornarnos con bellas tonalidades.

Por otra parte, a las chicas que nos gusta utilizar algún cosmético, nos sería fácil reconocer que el mejor invento ha sido el maquillaje a prueba de agua o waterproof ya que es un maquillaje a prueba de todo. Es la perfecta solución ante las adversas condiciones climáticas del sol, calor (sudor), agua (lluvia, piscina, mar, etc.), además de ser resistente a las lágrimas (ideal para nosotras las mujeres jajaja).

En la carta que el Apóstol Pablo dirigió a Tito, leemos el término “adornen”, del griego kosmeo (de la cual deriva “cosmético”) y cuyo significado es: arreglar, hacer atractivo, embellecer, adornar, decorar, o poner en orden.

“Para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”. (Tito 2:10b)

Este pasaje, claramente NO está haciendo referencia a que debemos maquillarnos o utilizar algún cosmético “superficial”, sino más bien, nos instruye respecto de cómo debe ser nuestra vida. Hijas de Dios que con su comportamiento “adornan” la doctrina que han creído y profesan.

Si lees todo el capítulo 2, notarás que el autor enseña que la sana doctrina no consiste solo en algo que creemos (conocimiento), sino más bien se trata de FE viva y práctica, por tanto lo que creemos debe ser acompañado por nuestra manera de vivir (acciones y comportamiento). Además nos exhorta a ser fieles, agradecidas, obedientes y a honrar a Dios en todos los aspectos de la vida cotidiana. (Hogar, familia, empleo, etc.).

Muchos son los productos que podemos elegir para “embellecer” el rostro, de hecho es común ver mujeres perfectamente maquilladas, sin embargo al tratar con ellas nos damos cuenta que son: gruñonas, gritonas, envidiosas, malhumoradas, etc., la triste realidad es que a nadie le gusta estar cerca de este tipo de mujeres, por más “bonitas” que sean por fuera, su comportamiento y actitudes, alejan a las personas.

Por ello el Señor nos advierte: “Procuren más bien la belleza pura, la que viene de lo íntimo del corazón y que consiste en un espíritu afectuoso y tranquilo. Esta es la que tiene valor delante de Dios”. (1 Pedro 3:4 NBV)

Dado esto, podemos concluir que hemos sido llamadas a “embellecer” la doctrina que creemos y profesamos, adornándola al vivir piadosamente, en conformidad a tal enseñanza y evidenciando la obra transformadora de Cristo en nosotras.

Por ello es que Dios desea que busquemos la “verdadera belleza”, aquella que emana de lo íntimo del corazón. Esta verdadera belleza, brota de un corazón conformado a la imagen de Cristo y que practica lo que ha creído. Entonces por la gracia del Señor y guiadas por su Espíritu, podremos hacer atractivo aquello que creemos y amamos: el Evangelio de nuestro Salvador.

Te animo mi querida amiga, continua procurando buscar ser Bella a la manera de Dios, esto es desde dentro hacia afuera.

¡Que tu vida adorne el Evangelio! Viviendo como una Hija de Dios, que lo refleja por doquier. Este es el mejor “cosmético” que puedes utilizar.

Escrito por Elizabet Cornejo Gajardo.