
¿QUÉ ES EL AMOR?
Me cuesta imaginar una generación que haya estado más confundida, acerca de lo que es el amor, que la nuestra. Constantemente somos influenciados con mensajes confusos acerca de lo que significa el amor.
¿Será que el amor es realmente el argumento de esa canción, la escena de aquella película o la imagen en esa valla publicitaria?
Los adolescentes suelen creer que amar es enamorarse, las madres dicen que es lo que sintieron cuando olieron por primera vez la piel de su bebé sobre su pecho y los padres dicen que es asegurarse de que sus hijos tengan las cosas que necesitan.
Algunos esposos cuando hablan de amor hablan de respeto, las esposas hablan de tiempo. Los jóvenes parece que hablan de besos y caricias, y los ancianos de compañía y protección.
Entonces, ¿Qué forma tiene el amor? ¿Puede significar distintas cosas para distintas personas?
Nuestro mundo experimenta una terrible escasez de amantes.
La política lo define como un derecho, la biología como un instinto y los neurólogos hablan de química. Algunos afirman que el amor es ciego, otros que puede ser a primera vista e incluso he oído decir que el amor lo justifica todo. Es fácil sentirse un poco confuso con tantas definiciones.
Esta confusión se hace evidente al comprobar la imagen que se dibuja en la mente de nuestra generación cuando hablamos de ser un amante. Esta preciosa palabra se ha distorsionado de tal manera que ha llegado a convertirse en algo terrible.
En nuestra cultura, un amante es aquella persona que mantiene una relación romántica con otra que está casada, manteniendo una relación secreta y con énfasis en la obtención de placer. Es decir, la palabra amante se ha convertido en sinónimo de adulterio, mentiras y traición. Deja tras de sí el rastro de un matrimonio destruido, hijos envenenados con odio y hasta el aborto de bebés accidentales.
¿Puede el amor producir esos resultados?
Como si esta distorsión del término no fuera suficiente, nuestra cultura ha desgastado la palabra usándola de forma absurda, hasta robarle todo su poder. Decimos «soy un amante de la música clásica», o peor aún «soy un amante de las hamburguesas». ¿Es posible usar la misma palabra para describir lo que sentimos por un trozo de carne a la parrilla y lo que sentimos por una persona? Parece que en nuestra generación sí.
Y lo puedo entender. Son maneras de hablar, pero… las palabras tienen poder. Esconden ideas y por eso me atrevo a hacerte un desafío: que devuelvas a esa palabra su significado original encarnándola en tu propia vida. Porque los verdaderos amantes son los que aman y el significado del amor solo puede ser determinado por aquel que lo creó, Dios mismo. Aquel que la Biblia describe como el amor verdadero.
“Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”. 1 Juan 4:7
Investigación San Valentín.
(Extraído de La prueba del amor – Itiel Arroyo)
- Posted by Planeta Girl
- On febrero 24, 2020
- 1 Comments
1 Comments