¿Qué estamos diciendo?
“No podemos dejar de hablar acerca de lo que vimos y oímos” Hechos 4:20
«HABLAR» es mucho más que pronunciar palabras; conjugar bien o armar bien una oración.
Todo el tiempo estamos -hablando- y diciendo algo, aunque estemos calladas.
Un curso que hice por accidente, Dios usó para desafiarme fuertemente y revelarme lo que solo para mí era oculto. En este curso comentaron que según un estudio de PNL (programación neuro lingüística) se pudo concluir que del 100% de lo que hablamos, solo el 3% lo hablamos con palabras; el 97% es la forma y el tono de voz que usamos al “hablar” con esto entendí el poco peso que tienen unas palabras ante la forma y el tono con el que nos expresamos.
Decimos algo con nuestra forma de mirar, con nuestra actitud, con las muecas que hacemos o con los gestos de nuestro cuerpo o nuestra cara.
Si siempre estamos «diciendo algo» la pregunta es: ¿QUÉ ESTAMOS DICIENDO?
¿Qué les dice a las personas que me rodean cuando me ven llegar a fin de mes de una manera “apretada”, todos los meses?
¿Qué le dices a tu familia que te ven todo el día encerrada y solo compartes con tus amigos?
¿Qué les dice a tus amigos si saben que los domingos vas al culto y cantas y adoras, pero de lunes a sábado con la misma boca que adoras, estás diciendo malas palabras?
¿Qué les dice a mis vecinos mi actitud?
¿Que les dice a mis hermanos mi comportamiento?
¿Qué les dice a los que nos rodean, nuestras decisiones del día a día?
¿Qué le dice a mi jefe/a mi trabajo?
¿Qué le dice a mis profesores mi rendimiento?
Enseñamos mucho más con lo que «decimos» de alguna manera que con lo que «pronunciamos»
Con lo que vimos que Dios YA HIZO, y lo que creemos que VA A SEGUIR HACIENDO, no podemos estar «diciendo» o «hablando» de cualquier cosa que no sea CONTAR de sus milagros.
Con todo lo que Dios ya hizo yo tengo que hablar diferente, tengo que «decir» con mis acciones algo diferente.
Pero… y ¿si todavía no veo ni vi algo que Dios ya hizo? Si no recordamos nada que Él ya haya hecho necesitamos ponernos a cuentas con Dios, dejar a un costado nuestro orgullo y reconocer que, si no fuera por Él y por su gracia, no íbamos a estar hoy donde estamos.
Por Adri Navas.
- Posted by Planeta Girl
- On enero 15, 2018
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