
Relaciones perdurables o disfrutemos mientras dure.
Las relaciones perdurables pueden verse bajo ataque en una sociedad altamente tecnologizada donde el tener las cosas pronto, en el momento, hasta casi de inmediato se vuelve en la meta diaria de cada una de nosotras. El correr del día a día que nos hace pasar comprando una comida rápida, porque tenemos mucho que hacer: llámese ver TV o NETFLIX, redes sociales, ir a un lugar, estudiar, tareas, trabajo, salidas, ofertas, compras, etc. El sentido de poder obtener lo más reciente en tecnología, educación, apps, moda, alimentación, etc. puede estar sutilmente minando los valores eternos de perseverancia, permanencia, estabilidad, luchar por lo que queremos, esfuerzo, amor incondicional y relaciones perdurables.
Podemos fácilmente caer en una dinámica mental en la que si algo no funciona lo “desechamos” por algo que “me complazca” “me satisfaga” “haga lo que quiero y deseo”. Podemos fácilmente creer que los amigos son temporales, son solo compañeros de colegio que vemos por horas, personas para salir un rato en la noche, personas con quienes generar un proyecto que me dé un visto bueno de mi jefe, una pareja con quien tendremos un buen tiempo juntos “mientras dure”
Incluso me atrevo a decir que el diseño de Dios de las familias bajo el mandato en Genesis 1:27-28: Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» NDB
El plan de Dios para el hombre y la mujer es permanencia, unidad, equipo y multiplicación. En los valores que el sistema del mundo nos bombardea son más valores de individualismo, bienestar personal, cambio constante, desarrollo personal y crecimiento sin reproducción.
¿Qué harás tu? Seguirás desechando a tu familia, porque no es la familia que hubieras querido. Seguirás desechando parejas al primer desacuerdo en los puntos de vista. Seguirás cambiando de amigas porque no piensan como tú o no ven las cosas como tú las ves, porque no tienen los mismos gustos de ropa, o comida. Cambiarás tus relaciones actuales por otras, solo porque éstas ya no te “satisfacen” o te dan algún “beneficio”.
El amor de Jesús es altamente sacrificial y nada egoísta, es en función del cuerpo de Cristo no de su beneficio y glorificación propia. Seamos astutos en ver como los valores del sistema se nos están infiltrando en cada partícula de nuestra vida, cotidianidad y rutina. Eliminemos juntas los principios post modernos que solo lograran dejarnos solas y vacías, pueda que cuando nos demos cuenta ya sea tarde para recuperar tiempo, las personas, la familia y las relaciones que dejamos ir.
Por Jazmín Castellón
(El Salvador)
@jazzdkstellon
- Posted by Planeta Girl
- On agosto 13, 2018
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