En esto le doy toda la razón a coldplay; «no body say it was easy».
Liderar es saber que alguien te ve todo el tiempo; todo! Todo el tiempo, sin excepciones.
Liderar es hablar con amor; cuando te estas tragando un sermón de película y haces un mini pausa para buscar la mejor manera de aconsejar sin acusar.
Liderar es empezar una oración por alguien, continuar con otra persona y otra persona y otra mas y cuando decís «amén» te acordas que había algo tuyo también volves a empezar.
Liderar es acomodar tu tiempo por amor.
Liderar es buscar cada día aprender un poco mas, para poder mostrar un poco mas.
Liderar es ser fuerte, fuerte cuando después de una caída la herida aun duele, y las piernas siguen temblando pero tenes que ponerte de pie.
Liderar es mostrarte real, con tus errores y tus falencias.
Liderar es asumir tu responsabilidad aunque te cueste todo el orgullo.
Liderar es buscar ayuda, es saber que tus años de preparación y tus horas de buena conducta no son todo, porque lo que es todo es que el ESPIRITU SANTO lidere contigo.
Liderar es levantar, no importa que tan débil te sientas, sabes que apoyándote en Dios, podes ayudarle a alguien a levantarse.
Liderar es ese momento incómodo y desafiante en el que tenes que confrontar, porque ya no te podes callar, viste algo y oíste algo que ya no podes aceptar vivir igual.
Liderar es poner una marquita en la vida de la otra persona, que marque un antes y un después.
Liderar es aceptar el error, ver donde estas, sacudirte y volver a empezar, las veces que se necesite.
Liderar es ver la falla, aprender con ella y enfocarte a no volver a vivirla.
Liderar es entender que trabajar con la vida de otras personas puede ser sumamente difícil, pero tomamos el desafío porque sabemos que estar haciendo para lo que fuimos llamados no se compara con nada!

Por Adri Navas