SOY 3 (espíritu, alma y cuerpo)
Vivimos en un mundo donde las prioridades han cambiado, los valores se han invertido y la verdad se ha vuelto relativa. En un mundo que nos dicta como debemos vivir, totalmente desbalanceado y dándole prioridad a cosas que no trascienden.
Soy 3 (espíritu, alma y cuerpo) nació en un momento donde tenia inquietud por saber si estaba haciendo lo correcto en mi vida, si le estaba dedicando más tiempo a ciertos gustos o placeres, más que a Dios, me gusta tener límites o personas que me hagan saber si me estoy desviando, como ese foquito rojo que se enciende con ruido en un avión que dice ¨alerta¨ te estas desviando y muchas veces ese foquito es también el Espíritu Santo.
Como mujer entre los afanes y placeres, me gusta la ropa, hacer ejercicio y cuidarme físicamente, pero siempre he tenido muy claro que hay que aprender a poner límites en todo.
Todo me es lícito, pero no todo me conviene. Todo es lícito, pero no todo edifica. 1 corintios 10:23.
Tratando de encontrar ese balance, entre lo que es correcto y poder disfrutar de lo que Dios nos ha dado, encuentro con este versículo.
1ª Tesalonicenses 5:23 Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Estamos formados por tres áreas, espíritu, alma y cuerpo, de las cuales Dios nos puso como mayordomos y nos pedirá cuentas, si leemos bien dice, sea preservado (cuidado, guardado), irreprensiblemente, que no haya nada que se nos pueda reprochar, reprender, para la venida de Jesús o cuando nos llame a su presencia.
Entonces supe que, si para Dios es importante, debe serlo para nosotras. Aprender a cuidar cada una de estas áreas. Así nació Soy 3 (espíritu, alma y cuerpo).
El espíritu, es sin duda el área más importante. ¿Por qué? el espíritu es lo que nos conecta con Dios, porque Dios es espíritu.
Hoy en día hay tantas personas buscando esa famosa ¨paz interior¨ y lo buscan en todo lo que pueden, meditación, mantras, yoga, universo y demás, es porque el ser humano tiene esa necesidad espiritual de ser llenada y el único que puede llenarla es Dios.
¿Cómo llenarla? A través de la oración, la palabra, nuestra relación con Dios, grupos de iglesia, donde nos ayuden y podamos crecer, si nuestro espíritu esta vacío, todo lo demás nunca nos llenará ni nos dará paz.
Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Juan 4:24
El alma, muchas veces ignoramos que en el alma recaen todas nuestras emociones, todos esos sentimientos de tristeza, soledad, depresión, enojo, todo eso nace de nuestro corazón por experiencias vividas y no sanadas y se quedan en nuestra alma, falta de perdón, odio, rencor.
Ahora se le ha dado mucho más énfasis al cuidado emocional y que bueno, por que es necesario que estemos estables emocionalmente para poder llevar una vida más tranquila y en paz, aunque irónicamente el tipo de vida ahora, es mas rápida, más consumismo, más inconformismo, la necesidad de ser o aparentar, nos destruye.
Por eso si primero llenamos nuestro espíritu, nuestras prioridades se ordenarán, será más fácil controlar nuestras emociones y nuestro corazón.
La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, mas la buena palabra lo alegra. Proverbios 12:25
El cuerpo, y aquí entra lo que hablaba al principio de mi dilema en no pasarme de ponerle más atención al cuidado personal que al espiritual.
Cuidar tu aspecto físico antes en la iglesia se le consideraba más como vanidad, claro lo cual puede pasar si no hay límites.
En la Biblia viene que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu (1 corintios 6:19), por lo tanto, tenemos que cuidarlo como tal, así como a un carro le damos mantenimiento, nuestro cuerpo igual lo necesita, sino tarde o temprano nos pasa la factura.
También los pecados que cometemos podemos manifestarlo en nuestro cuerpo, nos enferman nuestra alma y nuestro cuerpo lo reciente, por eso es necesario ser una mujer integral, que cuida y se preocupa por cada área.
Cuidarse no es pecado, querer verse bien físicamente no es pecado, el pecado es cuando hacemos de eso nuestro mayor pensamiento, (porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:21).
Como mujeres tenemos esa esencia de resaltar la belleza, Dios la puso en nosotras,, la Reina Esther por ejemplo se cuidó por un año para verse hermosa ante el Rey pero, tenemos que saber que nuestra belleza debe empezar por la interior sino de nada sirve y seremos mujeres vacías.
Te dejo esto: Preocupémonos primeramente por hermosear nuestro espíritu y conectarlo a diario con Dios, de esa manera cuidaremos nuestro corazón y nuestra alma de emociones incorrectas, cuidemos y vistamos nuestro cuerpo recordando que es el templo donde mora el Espíritu y somos su carta de presentación ante el mundo.
Escrito por Viris Rodríguez de Muñoz.
- Posted by Planeta Girl
- On abril 4, 2021
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