¡Gracias por haberme hecho tan admirable! Es admirable pensar en ello. Maravillosa es la obra de tus manos, y eso lo sé muy bien. Salmo 139:14 NBV

¿Qué opinión tienes de ti misma? ¿Qué pasa contigo cuando estás frente a un espejo? ¿Cómo reaccionas frente a mensajes directos o indirectos que tienen que ver con la apariencia?

¡Levante la mano! ¿Quién no ha tenido alguna opinión negativa respecto de si misma?, la mayoría de nosotras a pasado por ese análisis frente al espejo, buscando aquello que cambiaríamos o no quisiéramos tener.

Nuestro ojo clínico muchas veces nos nubla, nos enfrascamos en aquellos “defectos” y olvidamos que somos una creación admirable de Dios.

El verso antes señalado denota alabanza y gratitud a Dios por su obra maravillosa, es un hermoso versículo para dirigirnos en oración al Señor, ¡Gracias Padre porque soy una creación maravillosa y admirable!”, ¿Cuántas de ustedes dan gracias a Dios por esto?

El ser humano muchas veces actúa respecto a lo que piensa, y creo que, en el trayecto de nuestras vidas, muchas veces nos guiamos más por este verso:

Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Proverbios 23:7

Ya sea de manera consciente o no los complejos nos hacen sombra, y la inferioridad sale por nuestros ojos, apagando la maravillosa obra de Dios, y como decía anteriormente, muchas veces actuamos respecto a lo que pensamos, si pensamos que para tener éxito solo se necesita tener una profesión, se pondrá todo el esfuerzo para conseguirlo, cueste lo que cueste, si crees que tu valor depende de lo que tienes, trabajarás arduamente para conseguir cosas, si piensas que eres un gusanito, vivirás como tal.

Lo que pensamos determinará en gran parte nuestra conducta delante de la vida, por eso es importante esa imagen mental que tenemos respecto de nosotras mismas. Esta imagen puede ser formada por ideas que se unen en la mente a medida que vas creciendo, cuando aceptas las opiniones o valores de otras personas, de quienes te rodean, ideas que tienen que ver con la apariencia, habilidades, nivel social, económico, etc, todo esto puede traer como consecuencia una imagen dañada de ti misma, provocando complejo de inferioridad.

Si te sientes inferior, si tienes problemas de aceptación, si estás desconforme con tu apariencia física, no te gusta tu color de piel, tu cabello, tu nariz, tu estatura, contextura, tu forma de hablar, tu personalidad, o quizás te sientes fracasada porque no lograste ciertos sueños, sueños personales, laborales, o quizás te avergüenzas de tus padres, de la familia en donde naciste, estás siendo víctima del complejo.

Esto tiene que ver con algo muy profundo, algo del corazón, he visto mujeres que son hermosas, pero son tremendamente acomplejadas, se sienten como un patito feo, su convicción de la apariencia física tiene poco que ver con la felicidad y el éxito en la vida, a menos que se cambie la autoimagen, no habrá transformación.

Dios quiere liberarte de esa falsa imagen que tienes de ti misma, quiere sacar esa idea pobre que tienes de ti, quiere que creas de todo corazón lo maravillosa y admirable que eres, Él puso un potencial en tu vida, y muchas veces este no se desarrolla porque has consentido aquellas palabras que fueron lanzadas a tu vida en tu infancia, palabras negativas, de derrota, palabras que te marginaron y que están latentes en tu mente gritando mentiras.

Hoy Dios te invita a que abras tu corazón, para que todos esos fantasmas puedan ser derribados, y que ya no luches mas por querer aprobación o querer llamar la atención, el quiere realizar en ti una cirugía espiritual, y que en ti comience a nacer ese deseo de ser diferente, pero no porque no te aceptas, sino diferente en tu manera de verte, tener una imagen sana, donde se es libre de volar con la imaginación de lo que se es como persona y creación de Dios.

Sólo el nuevo nacimiento logrará sepultar aquellos traumas y falsos conceptos de aceptación, comienza a morir a lo terrenal, y deja que la vida de Cristo resplandezca en ti, de esa manera comienza la terapia de Dios en nosotros.

“El que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo regrese”. Fil 1:6

La Biblia declara que somos especiales para Dios y que él planificó nuestras vidas antes de nuestro nacimiento, nos hizo sus hijas, nos limpió de toda maldad, perdonó nuestros pecados, nos libró de toda culpa.

Es necesario vivir en plenitud la vida cristiana, como resucitadas y vivas para Dios siempre, dejando de vivir para nosotras mismas, dejando de mirarnos en el espejo viejo y mirarnos en el espejo de Dios, con una óptica diferente, con un mejor ángulo.

Antes nos veíamos como gusanitos, ahora somos mariposas de Dios, somos hechas a la imagen de Dios, si establecemos esto como modelo de autoestima e identidad, jamás nos sentiremos vacías y sin valor.

Alaba al señor por lo maravillosa y admirable que eres, piensa en ello, esta verdad debe sostenerte y animarte.

Por Karen Quiroz