1. Debemos depender de Dios

Si bien es cierto, a través de muchos medios nos hicieron conciencia de todas las medidas de precaución para evitar contagio. El virus (COVID 19) es tan pequeño que ante el mínimo descuido, el contagio se hacía inminente, definitivamente, la constante dependencia de Dios es nuestra mejor aliada porque confiamos en que a quienes amamos al Señor, todas las cosas obran para bien.

¿Cómo dependo de Dios?

Llevando mis peticiones delante de Dios en oración dando gracias sin importar el panorama.

“No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. Y la paz de Dios, esa paz que nadie puede comprender, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo.” Filipenses 4: 6-7 (NBV).

2. Amar mientras tengamos licencia de vida

Antes de este episodio que nos ha cambiado la vida, no sabíamos qué tanta falta nos podía  hacer dar un fuerte abrazo a nuestros seres queridos, incluso no sabíamos si ya dimos un último abrazo al menos en este cuerpo mortal. Por esto, debemos entonces demostrar el amor siempre, perdonemos, pidamos perdón, hagamos esa llamada necesaria, enviemos ese mensaje de valor y atesoremos el tiempo que podemos compartir junto a otros.

¿Por qué debería demostrar amor?

Porque es la forma de demostrar con hechos y palabras que somos hijos de Dios y que lo conocemos, porque él es amor.

 ^“Amados, pongamos en práctica el amor mutuo, porque el amor es de Dios. Todo el que ama y es bondadoso da prueba de ser hijo de Dios y de conocerlo bien.” 1 Juan 4:7 (NBV)

3. La vida terrenal es pasajera

La muerte es parte de la vida. Conocer que hay una enfermedad viral de emergencia mundial, nos hace pensar en lo corto que puede ser el tiempo en esta tierra, pero, como hijos de Dios, no sólo creemos que existe esta vida.

¿Qué hay después de ésta vida?

Una vida eterna, junto a nuestro Creador, donde lo podremos ver cara a cara y contemplar su majestad.

“Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna.” Juan 3:16 (NBV).

¿Qué lecciones no olvidarás para este 2022?

By: @zullydevillalobos