EL VOTO DE ANA
Cosas buenas suceden en la Biblia cuando las mujeres oran. Una de las historias más fascinantes la podemos ver en la historia de Ana, una mujer que estaba en una situación desesperada clamando a Dios por un milagro.
Ana era una de las esposas de Elcana, la otra esposa se llamaba Penina. Ésta última se burlaba constantemente de Ana porque no podía tener hijos y también porque tenía celos de ella por ser muy amada por Elcana.
Cada año Elcana subía a Silo a ofrecer adoración y holocausto a Dios. Ana aprovechó este momento para correr al templo a orar con clamor porque estaba desesperada. Ella pedía un hijo propio.
Ana estaba enojada y con amargura en su alma pero clamó; en ese momento de desesperación ella le dijo a Dios que sí Él la bendecía con un hijo ella lo dedicaría a Dios todos los días su vida. La oración de Ana fue contestada y Dios le concedió su petición, Ana concibió y dio a luz un niño, a quien Ana cumpliendo su promesa llevó al templo y lo consagró a Dios.
La oración desesperada por un hijo propio terminó con una respuesta favorable para los planes de Dios. El niño, que fue llamado Samuel, fue el primer profeta del reino de Israel.
Samuel escuchó la voz de Dios y le sirvió durante toda su vida. Una de las cosas más importantes que él hizo fue ungir a David como rey de Israel, y como sabemos, el mismo Señor Jesús vino a la tierra como descendiente del linaje de David. ¡La Intercesión de Ana, tiene impacto aún en la venida del Mesías a la tierra!
Cuando los creyentes nos encontramos en situaciones difíciles, debemos aprender de esta mujer y entregar nuestros deseos a Dios en oración. En la oración debemos buscar lo que es mejor para Dios principalmente, el propósito de la oración es permitirnos cumplir la voluntad de Dios, no lograr que Él haga nuestra voluntad.
Cuando sentimos una gran necesidad debemos orar fervientemente, cuando oramos de esta manera, Dios nos permitirá sentir paz en medio de nuestros problemas. Dios ama los procesos en nuestra vida, Él busca la dedicación no la desesperación. Muchas veces Dios usa estos tiempos para que vayamos más lejos, para que vayamos por algo más grande y más profundo.
Te animo a que traigas cualquier situación dificultosa en tu vida a la presencia del Señor en oración, siendo realmente vulnerable y sincera. Aunque sientas impotencia lleva tú clamor al altar, a los pies de nuestro Señor, él quiere cambiar la esterilidad en fertilidad.
De la historia de Ana podemos aprender que Dios no tiene problemas con nuestras emociones, aunque te sientas despreciada de muchas maneras, Dios atenderá al clamor de tu corazón porque te ama. No olvides que tu oración tiene un alcance milagroso, puede bendecir naciones y generaciones con efectos eternos!
Escrito por Susana Vallejos.
- Posted by Planeta Girl
- On junio 9, 2020
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