10 leprosos (Lucas 17:11-29) …La historia cuenta que estos 10 leprosos estaban anhelando su sanidad y encontrarse con Jesús para recibirla. Cuando finalmente llegó ese momento de estar frente a frente con Jesús, le rogaron que tenga misericordia de ellos y le imploraron por sanidad. Jesús se la concedió, pero ¿Sabes qué sucedió luego? Solo uno de los diez que fueron sanados, regresó para darle gracias a Jesús. La pregunta de Jesús fue ¿Y los nueve que también fueron sanados, donde están?

¡Mala Memoria! ¿Cómo podrían no recordar el sufrimiento que tenían antes de ser sanados? ¿Cómo pudieron olvidarse de algo tan importante como dar gracias? ¡Al ver esta historia pensaba este tipo de cosas seguido de un… ¡Yo no creo que yo sería capaz de hacer algo así!

Hasta que un día Dios me hizo ver que yo también he sido esa chica de Mala Memoria, que he pedido cosas a Dios y cuando me las concede he olvidado que fue resultado de una oración contestada y sin querer he seguido mi vida sin acordarme de agradecer.

Recuerdo por ejemplo, una vez que estaba en un vuelo muy turbulento, sinceramente de esos en los que uno piensa ¡solo Dios nos puede ayudar! Y te haces mil preguntas ¿Será que llegaré a mi destino? ¿Será que todo estará bien? Recuerdo que en uno de esos vuelos fue donde más cerquita me sentí de Dios, oré, supliqué, le rogué que me permitiera llegar sana y salva y que me diera paz ¡me acordé de todas las canciones de adoración! En fin, recuerdo que hasta promesas le hice a Dios. Y bueno ¿Qué crees que pasó? efectivamente, aterrizamos con bien, sentí un alivio grande, pasé por los protocolos necesarios de un aeropuerto al llegar a un país, recogí mi equipaje, disfruté el viaje, compartí con mi familia, y cuando el paseo se acabó y me tocó regresar, ya ahí frente al otro avión, justo ahí me recordé que nunca agradecí, que al sentir paz luego de aterrizar simplemente me relajé mirando a la ventana, avisando que ya había llegado con bien, incluso contando lo turbulento que había sido el vuelo…en fin, tuve ¡Mala Memoria! Esa mala memoria que leía en este fragmento de la Biblia olvidando lo bueno que había sido Dios conmigo.

¿Eres consciente de en cuantos detalles Dios ha sido bueno contigo? Quizás te libró de un asalto, quizás te ayudó en un examen, tal vez te permitió llegar a tiempo a un compromiso… ¡Tantas cosas que parecen ser insignificantes!, pero que son respuestas a oraciones que probablemente nunca retornamos en agradecimiento. Por eso, deseo que esto se quede en tu mente tanto como yo lo aprendí: ¡Dios es bueno! No solo las oraciones no contestadas debemos tener en cuenta pensando si Dios está o no presente. Dios ha estado en muchos momentos más de nuestra vida y lo seguirá estando, aunque nosotros tengamos simplemente…mala memoria.  ¿Estás lista para agradecer?

By: @catherine.janson