AMOR EN CUARENTENA
Si en algo estamos de acuerdo, es que nunca habíamos vivido una “Pandemia”, ya que de acuerdo a la Historia, algunas de las Pandemias ocurridas varios años atrás son: Peste Negra (1347), Viruela (1520), Gripe española (1918), VIH (1981), entre otras.
Y es así, como el pasado 11 de marzo del 2020, la OMS declaró que existía una Pandemia global de “Coronavirus”, convirtiéndose en la primera de la Historia por este tipo de virus.
Esta enfermedad trajo consigo medidas como el distanciamiento social y la hasta ahora desconocida: “Cuarentena total” a nuestros países, afectando así nuestra rutina diaria drásticamente, hoy, transcurridos 2 meses desde el inicio de esta Pandemia en Latinoamérica, tenemos mucho que analizar.
Si ser soltera ya es difícil en sí, ahora se le suma que posiblemente te sientas embargada por un sentimiento de “soledad”, producto del confinamiento en tu hogar o desbordada por pensamientos tales como: “Si no salgo a la calle no conseguiré novio”, “Me quedaré sola por el resto de mi vida”, “Ahora sí que se me va el tren”, pero ¡Calma!, juntas descubriremos como vivir y aprovechar al máximo este tiempo de la mejor forma posible.
Estoy a meses de cumplir 33 años de edad y recuerdo que de adolescente (aproximadamente de unos 13 o 14 años) siempre afirmaba: “Me gustaría casarme a los 30”, sin embargo, comenzó a transcurrir el tiempo y se fueron acercando: los 28, 29, 30, etc., ¡Y yo soltera! (sin ningún posible candidato a la vista).
La verdad es que cuando las casadas me decían “¡Animo Ely!” ya llegará, ¡Sigue esperando con FE!, no me sentía tan animada, porque ellas se habían casado a los 20 o 21 años, entonces estar en mi lugar no era lo mismo, por ello me sentía incomprendida, por otra parte conocía solteras mayores que yo, pero varias de ellas buscando llenar su vacío con cosas o diversas actividades (deportes, gimnasio, estudios, trabajo, hobbies etc.), pero luciendo una amargura y tristeza que se dejaba ver en sus ojos.
Por ello escribo estas líneas, busco animar e inspirar tu corazón y decirte que ¡Si se puede esperar y descansar en el Señor, aún en tiempo de Cuarentena!
Cuando yo comprendí que no se trataba de mí y de mis necesidades, comencé a vivir mi vida absolutamente dedicada para el Señor, le pedí perdón por vivir egoístamente, exigiéndole y reclamándole que me diera un esposo, muy por el contrario, comencé a rogarle cada día que él llenara mi corazón y se transformara en el amor capaz de saciar cada espacio de mi alma, comprendí que Jesús debía ser quien lo llenara todo en mí, que en él debía encontrar mi plenitud y complitud, pero esto lo entendí recién a mis 25 años (oro para que tú lo comprendas antes y así vivas mucho más plena de lo que viví yo).
Querida amiga: está bien sentir el deseo de querer casarte, está bien reconocerlo, ser sincera, orar y abrir dicho anhelo a tu núcleo cercano, pero lo que no está bien es que termines construyendo un “ídolo”, poniendo en pausa tu vida, hasta que llegue “tu príncipe azul”, perdiendo el gozo de los años que el Señor te regala y viendo como frente a tus ojos avanza la vida.
Lo riesgoso de esto es que permitirás que la amargura, el resentimiento, la ingratitud, la falta de FE y la falta de dependencia hacia el Señor te dominen, sumergiéndote en un círculo vicioso de constante derrota y desdicha.
Den gracias al Señor, porque él es bueno; su amor y su bondad continúan para siempre. (1 Crónicas 16:34 NBV)
Escrito por: Elizabet Cornejo Gajardo.
- Posted by Planeta Girl
- On mayo 28, 2020
- 0 Comments
0 Comments