Cuidadito esa boquita lo que dice: Chisme
“Ayúdame, Señor, a mantener cerrada mi boca y sellados mis labios”. Salmos 141:3 NBV
Por nuestra mente pueden pasar muchas cosas, pero nuestra boca habla mucho más fuerte que nuestros pensamientos. Hay tantos peligros al no tener el control de nuestra boca, saber que hay momentos en que debemos callar, y tener bastante cuidado de las cosas que decimos.
La murmuración o chisme es una de esas cosas que es fácil justificar, este siempre está ligado a algo negativo. Cómo mujeres tenemos esa facilidad increíble para hablar, es como si estuviera en nuestro ADN, a diferencia de los hombres, nosotras tenemos la necesidad de comunicarnos, expresar lo que sentimos, lo que nos pasa, y el problema no está en que, si hablamos mucho o poco, el problema está en el contenido de lo que comunicamos, ¿Qué es lo que sale de nuestra boca? ¿Qué hacemos con nuestra lengua?, un órgano tan pequeño, que tiene el poder para construir, pero también para destruir.
Según la RAE: chisme es una noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.
El chisme es un arma tan poderosa, que ha destruido amistades, relaciones, familias, es un instrumento que el enemigo utiliza para dividir a los hermanos en la fe, matrimonios, y muchas congregaciones han sido afectadas por este mal, el chisme o murmuración a contaminado y enfermado muchos corazones.
El primer chisme de la historia puso en duda la bondad del Creador ante el hombre y la mujer. El arma que utilizó la Serpiente fue el hablar mal de Dios, esto hizo que Adán y Eva creyeran que Dios les había mentido. Hoy todas somos testigos de la terrible consecuencia que tuvo el que ellos escucharan y creyeran aquella mentira.
De ahí parte todo, por eso es tan importante que pongamos atención a esto y veamos si la murmuración es parte de nuestra vida, hay cosas que a veces son tan naturales en nuestra manera de vivir, pero que no necesariamente son correctas.
“Ayúdame Señor, a mantener mi boca cerrada”, este pedido de ayuda debería estar día a día en nuestra boca, antes de decir algo, debemos prestar atención de lo que pasa en nuestro interior, porque muchas veces nos quedamos calladas, pero, por dentro nos expresamos sin control, no se trata solamente de cerrar la boca y no decir nada, se trata de cuidar nuestro corazón, porque de la abundancia de él, habla nuestra boca.
Los Salmos nos muestran constantemente cuan dañinas pueden ser las palabras de calumnia, enojo, de engaño, y el salmista pide la protección de Dios para no caer en lo mismo, pero alguien que no habla malas palabras, puede tener pensamientos de venganza, envidia, enojo, orgullo, por eso esta oración no solo es una expresión para callar, sino también para que Dios guarde su corazón.
Las palabras que salen de nuestra boca son como flechas, que llegan directamente a las personas y pueden penetrar sus corazones.
“Los chismes son como delicioso bocado, pero penetran hasta lo más profundo del ser”. Proverbios 18:8 NBV
Piensa en alguna oportunidad en la que fuiste victima de un chisme, piensa en aquel momento en el que tú murmuraste, es tan difícil negarse a la oportunidad de escuchar ese chisme y rechazar ese delicioso bocado, pero solo esta acción de probar este pequeño bocado te puede llevar a querer más y más.
Graba esto en tu mente, la murmuración o chisme es pecado, y para vencer el pecado debes tener conciencia de su gravedad, y también debes ser muy honesta respecto a tus debilidades.
Examina cuidadosamente si estás siendo emisora o receptora de comentarios de personas que no están presentes, si no hablaste, pero solo escuchaste, eso te hace participe del chisme, y a veces lo justificamos creyendo que, si hablamos cosas pensando que estamos “ayudando”, no es murmuración.
Si hay algo que decir, háblalo directamente con la persona, evita contar algo negativo cuando esta no esté presente, si lo haces, estarás chismeando.
Somos pecadoras que fuimos limpiadas y redimidas y nuestro cuerpo es de carne que aún desea hacer el mal. El pecado del chisme tiene muchas raíces que debemos buscar erradicar, y para erradicar un pecado complicado y dañino como el chisme, es necesario que identifiquemos las actitudes del corazón que promueven o producen la acción externa del chisme, (orgullo, soberbia, juzgar, criticar, envidia, necedad, ocio, mentira, calumnia, eres una persona en la que no se puede confiar).
Analiza tu corazón, Por lo general, una persona chismosa necesita dejar mal a otros para satisfacer su ego y deseo de verse mejor ante los demás, cuando la envidia invade a una persona chismosa, muchas veces es porque hay carencias que necesita llenar intentando dejar mal a otros.
Confiesa a Dios tu pecado, arrepiéntete y apártate de él, aléjate de esas instancias que pueden llevarte a abrir tu boca para el chisme, y comienza a abrir tu boca para adorar a Dios, bendecir su nombre y bendecir a los demás.
Pídele al Señor de su gracia para vencer, pídele al Señor que resguarde tu boca.
Por Karen Quiroz
- Posted by Planeta Girl
- On octubre 28, 2019
- 0 Comments
0 Comments