UN PROBLEMA LLAMADO INDEPENDENCIA
¿Qué pasa si te dijera que no pidas más la bendición de Dios para tus planes, tus proyectos, tus relaciones? Vas a decir que “no estoy bien de la cabeza” pero ampliando y analizando esto, en ocasiones pedimos a Dios su bendición, su “check” sobre decisiones en las cuales no tomamos su consejo ni aguardamos su voluntad.
Oramos a Dios pidiendo que se involucre en nuestras vidas, en áreas específicas pero si Él “tarda” en responder, rápidamente volvemos a tomar el control en nuestras manos y eso es un problema llamado Independencia; Solicitamos la bendición y compañía de Dios sin consultar anticipadamente a El si es su voluntad proceder de la forma en la que estamos planificando.
Confía en el Señor con todo tu corazón, y no confíes en tu propia inteligencia. Busca la voluntad del Señor en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos. No creas que eres tan sabio como para no tenerle miedo al mal. Honra al Señor y huye del mal, así llenarás tu cuerpo con salud y vigor. (Proverbios 3:5-7 NBV)
Con esto no quiero decir que para cada decisión que tengas que tomar en el día, busques un versículo o esperes la respuesta de un Ángel llegando a tu hora de almuerzo. Más bien que decidas buscar inteligencia y consejo mediante el Espíritu Santo para que te muevas con sabiduría en cada paso.
Creemos que para los desafíos que son “posibles y están a nuestro alcance solucionar” no es necesario depender de Dios sin embargo Jesús afirmó que TODO lo que hace, sea grande o pequeño, sea fácil o difícil lo realizaba dirigido por la voluntad de Dios (Juan 5:30). Si no estás dependiendo de tu Papá para las fáciles y pequeñas decisiones ¿Crees que para lo grande e imposible no vas a tener un problema?
Josafat se encontraba en un gran problema, tenía una guerra por delante, una multitud enemiga quería la destrucción de él y su pueblo, lo primero que hizo Josafat fue humillar su rostro y consultar a Jehová (2 Crónicas 20:3), si leíste bien, no fue lo último, no consultó a Dios su plan B, fue lo primero, tenía claro de dónde venía su ayuda, sabía que era lo primordial.
Más adelante Josafat realiza una declaración que todas nosotras como mujeres dependientes de Dios debemos realizar “No sabemos qué hacer, pero estamos confiando en ti».” 2 Crónicas 20:12
A cambio de esa decisión de dependencia, el final de la historia nos revela que el Reino de Josafat tuvo paz por todas partes. (2 Crónicas 20:30). Aceptar la dependencia absoluta hacia Dios es renunciar a que las cosas se den como, cuando y donde queremos, a cambio dejar que Dios cuide de nosotras y nos de Paz, el antónimo de lo que mucha gente está viviendo en este tiempo.
La bendición de tener Paz está a un problema de independencia de distancia. Busca la presencia, el consejo y la sabiduría de Dios para cada mínimo y máximo detalle de tu vida, Dios está locamente enamorado de vos y de Él viene tu ayuda.
Escrito por Rocio Alcaraz.
- Posted by Planeta Girl
- On junio 14, 2020
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