¿Alguna vez has evaluado cuál es la calidad de tus amistades y qué clase de amiga eres tú?

“Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. 10 Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas. Eclesiastés 4:9-10 NTV.

A la luz de esta hermosa verdad, podemos comprender que no es bueno estar sola, sino más bien necesitas contar con amigas que se ayuden mutuamente, que sean de edificación, y que te lleven a Cristo, amigas que te impulsen, que te animen a ir más allá, que levanten tus brazos en tiempos de flaqueza, y que logren el éxito, juntas. No aquellas amistades, que encubren el pecado, o son tus cómplices negativamente.

Procura amistades que amen a Dios, esas amigas cuyo enfoque sea ser más parecidas con Jesús,

También es importante comprender, que para contar con ese tipo de amigas, tú debes ser alguien que edifique y coopere, no solo demandar de otras, sino tú esforzarte por ser una excelente amiga, cada día.

“Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.” Proverbios 18:24 NTV.

En nuestra vida necesitamos con urgencia de esas verdaderas amigas. Vivimos en un mundo rápido, donde todo es “microondas” o “instantáneo”, donde todo gira en torno al egocentrismo y egoísmo individual, sin embargo para amistades verdaderas y duraderas, se requieren: tiempo, esfuerzo y amor.

Amigas que disfruten de lo útil y agradable; como pasar unas vacaciones juntas, salir de compras (a la chicas nos encanta este panorama), tomar helado, cocinar, hacer manualidades, etc., por muy simple o pequeño que sea, pero si están juntas, será un tiempo increíble y de mucho provecho. Pero también es importantísimo que pasen tiempo juntas, leyendo sus Biblias, estudiándola, conociendo personajes bíblicos, orando las unas por las otras, llevando sus cargas, apartando tiempo para ayunar y buscar el rostro del Señor. Haciendo estas cosas, cultivarás amistades saludables y de profunda edificación.

Recuerdo que en mis 17 años conocí a Vicki, ahí comenzó una amistad, la cual con el tiempo echaría profundas raíces, pasando por momentos alegres, otros dolorosos, altos y bajos, pero hoy ya 13 años después, podemos ver como Dios ha sido bueno con nosotras, y cada vez que una se quería rendir, ahí estaba la otra para orar y levantar sus brazos y guiarla de vuelta al Padre.

¡¡¡Vamos, anímate!!! Estamos en una carrera de largo alcance, por eso dos son mejor que uno, si una cae, ahí está la otra para levantarla. Amistades centradas en Dios, lo valen todo.

Si hasta aquí has caminado sola e independiente, hoy procura comenzar a construir amistades verdaderas, para nunca más estar sola.

Ahora reflexionemos ¿Qué clase de amiga eres? ¿Tienes más amigas de influencia negativa en tu vida, o cultivas amistades piadosas? ¿Encubres a tus amigas, para no incomodarlas, o  para no hacer problemas,  o procuras tener amistades fundadas en la transparencia y temor de Dios?

Por Elizabet Ana Cornejo Gajardo