Alertas de una relación poco saludable (resumen)
«Ama a tu prójimo como a ti mismo». Mateo 22:39
¡Qué difícil es llevarnos bien con las personas que nos rodean! Esto de las relaciones es todo un arte. Es imposible llevarnos bien con los demás si primero no podemos amarnos y aceptarnos a nosotras mismas. Es difícil amar y soportar a nuestro vecino si todavía estamos lidiando con cuestiones internas que no podemos resolver.
Estos consejos prácticos te ayudarán a vivir en relativa paz con quienes te rodean y establecer relaciones saludables.
No dejes que te ofendan fácilmente. Evita estar siempre a la defensiva o pensando mal de los demás. Hazte el firme propósito de pensar siempre bien de quienes te rodean.
Si te ofenden, sé rápida para perdonar. No albergues un resentimiento que te destruirá por dentro. Debes extenderles a los demás el mismo perdón que recibes continuamente de tu Dios.
¡Aprende a escuchar! Procura alejar la atención de ti misma y ponerla en los demás. Con tu silencio le estás comunicando al otro lo importante que es para ti.
Aléjate de los conflictos y busca la paz. Proverbios 20:3 dice: “Evitar la pelea es una señal de honor; solo los necios insisten en pelear” (NTV). Evita conversaciones que te lleven a contender. Procura morir al deseo de tener razón y escoge ser una pacificadora.
Recurre a la gracia de Dios. Por su gracia podemos hacer de manera más fácil lo que nunca haríamos por nosotras mismas, en nuestras fuerzas. Ora por favor y gracia sobrenaturales a fin de relacionarte de manera eficaz con el resto de la gente.
Y por último, conviértete en alguien que busca solo agradar a Dios. Sobre todas las otras opiniones, está lo que tu Padre piensa de ti. Descubre sus palabras de amor y aceptación en la Biblia.
Veamos ahora algunas banderas rojas que nos advierten que una relación de amistad, y especialmente de noviazgo, puede ser poco saludable:
Celos desmedidos
Una cierta medida de celos es común en la amistad o el noviazgo. Todos celamos un poco lo que queremos. Pero el tema de los celos puede ser un arma de doble filo y de manipulación. ¡Ten mucho cuidado! Si estás sintiendo que tu novio te cela demasiado o llega a ser muy posesivo, busca ayuda con un consejero espiritual que ore contigo y pueda seguir de cerca el comportamiento de tu pareja. Los celos en extremo son indicadores de que esa relación puede ser enfermiza. (1 Corintios 13:4-7)
Deseos de controlar
En el noviazgo nadie tiene derecho a meterse en la vida de la otra persona y presionarla a que decida una u otra cosa que tenga que ver con su vida familiar, sus estudios, sus metas o sus gustos. Debe haber gran respeto a la privacidad de la otra persona. Ninguno es posesión del otro, cada uno es dueño solamente de sí mismo, y rinden cuentas a sus respectivos padres. Hay fronteras que no deben traspasar. Se trata de respetar todo aquello que sea bueno, aunque no coincida con tus ideas o gustos. Nadie tiene derecho a cambiar la forma de pensar del otro.
Infidelidad
En el noviazgo tiene que existir fidelidad, porque es la escuela para el matrimonio. Si de novios uno, otro o ambos son infieles, seguramente en el matrimonio será peor, si es que se llega a esa etapa. Si este chico del cual estás enamorada se atreve a serte infiel y lastimar tu corazón durante esta etapa de “conocimiento mutuo”; por más doloroso que sea al principio, debes acabar con esa relación. ¡Qué bueno que te diste cuenta durante el noviazgo de que esta persona no te merece! Asegúrate de buscar ayuda espiritual para poder perdonarlo y olvidar. No te lleves rencores de ningún tipo a tu próxima relación.
Maltrato
Cualquier tipo de maltrato verbal, emocional o físico es un antecedente para tener muy en cuenta. No pases por alto los pequeños indicios y pide ayuda. No dejes que el enamoramiento te ciegue. No permitas que tu pareja abuse en ningún sentido de ti. En el noviazgo no debe haber lugar para insultos, palabras groseras, tratos bruscos, y mucho menos agresión física de ningún tipo. Ni codazos, ni pellizcos, mucho menos ataques de ira que desemboquen en cachetadas, manotazos o golpes. Si has llegado a sufrir de alguna de estas cosas, es un claro indicador de que esa persona no te edifica en ningún sentido. Otra vez se trata de tomar la decisión, aunque al principio duela, de cortar la relación. En caso de que después de tu decisión esta persona siga persiguiéndote, buscándote o acosándote, deberás pedir ayuda a tus padres, líderes espirituales y quizás hasta a las autoridades policiales.
Confusión y falta de paz
La sinceridad total es muy importante en el noviazgo. Si después de un tiempo empiezas a experimentar confusión y falta de paz, y te das cuenta de que este chico no te conviene, que no te llena, que no es para ti, que no son el uno para el otro, debes ser totalmente sincera y decírselo antes que sea demasiado tarde. A veces te cuesta orar porque no sientes paz. Si este es tu caso, muy posiblemente estés a tiempo de cambiar de dirección. Sé muy prudente al comunicárselo y trata de no lastimar sus sentimientos. Posiblemente sea algo mutuo que ambos ya estaban sintiendo desde hace un tiempo, pero lo importante es que sean sinceros y saquen el tema a la luz.
Aislamiento
Si desde que están de novios se alejaron de sus amistades, de sus familias, de sus actividades sociales y hasta de la iglesia; este es una señal de alerta. Si antes eras una chica sociable, llena de amigos, alegre, divertida y te gustaba pasar tiempo con la gente; y al ponerte de novio te volviste una chica amargada, triste, solitaria, menos efectiva en tu trabajo y estudios… algo no está bien. Cuando estás en la relación correcta eres una mejor persona. Cuando encuentras a la persona correcta, esa persona te hace mejor. Además, el dedicarle todo el tiempo a tu pareja los va a llevar a estar mucho más expuestos a las tentaciones sexuales.
Hay más síntomas a tener en cuenta:
– Sientes que la otra persona es demasiado crítica. Nada de lo que haces está completamente bien.
– No toma tiempo para escucharte e interesarse por tus sentimientos.
– Da muestras permanentes de irresponsabilidad.
– Te asustan sus reacciones de enojo y su temperamento fuera de control.
– Descubres que varias veces te ha mentido o temes que te oculte algo.
– Su escala de valores es totalmente diferente a la tuya.
– Le cuesta admitir sus errores y se muestra siempre orgulloso.
– Está luchando con adicciones en su vida.
– No se alegra genuinamente cuando las cosas te salen bien.
– Pretende controlar tu comportamiento en redes sociales o te expresa incomodidad ante tu forma de expresarte todo el tiempo.
Las banderas rojas aparecen para prevenirnos de algún peligro. Abre tus sentidos espirituales para estar alerta y detectar ciertos hábitos y comportamientos que al paso del tiempo pueden lastimarte. Y confía en tu Buen Dios, quien es el más interesado en guiar tus pasos y rodearte de relaciones saludables que alimenten tu fe, edifiquen tu ser y te empujen más hacia Jesús.
Escrito por Carina Valerga.
- Posted by Planeta Girl
- On enero 11, 2022
- 0 Comments
0 Comments