Balance General
El balance general es un reporte financiero, el cual refleja la exacta situación financiera de una empresa a una fecha determinada. Está conformado por las cuentas de activo (lo que la empresa posee), pasivo (deudas) y la diferencia entre estos (patrimonio). Este reporte por lo general es realizado al finalizar el ejercicio de la empresa de manera anual (balance final).
Tal como lo indica la descripción, el balance general tiene el objetivo de expresar cual es la situación de la empresa al finalizar el año, cual radiografía.
2019 ya está a punto de finalizar, por ello quiero animarte a que hagas tu propio “balance general” de final de año y obtengas una radiografía de tu vida.
Pero esta vez te pido que no enumeres solo las cosas materiales que obtuviste, los regalos que te obsequiaron, las calificaciones en tus estudios, la tecnología que aprendiste a manejar, la cantidad de seguidores en tus redes sociales, o los nuevos vestidos que luciste, todo ello puede ser bueno en sí, pero quiero animarte a que enumeres aquellas cosas que tienen trascendencia eterna y no temporal, y que realices un consiente, intencional y profundo análisis personal.
Se totalmente transparente y evalúa cual o cuales de los siguientes puntos desarrollaste este año 2019. Puedes anotarlos en tu diario personal, destacar los que quieras reforzar e incluso marcar aquellos en los que quieras trabajar:
- Cosas nuevas que aprendiste durante este año.
- Libros que leíste.
- Amig@s nuev@s que conociste.
- Lugares que visitaste por primera vez, junto a tus seres amados.
- Trabajos que realizaste para tu iglesia local.
- Oportunidades que aprovechaste para honrar a tus padres.
- Libros de la biblia que leíste completos. (o bien toda la biblia).
- Oportunidades que aprovechaste para evangelizar. (personas que llevaste a Cristo).
- Pecados que venciste al confesarlos.
- Veces que pediste perdón y perdonaste.
- Amor que sembraste. (acciones concretas, servicio, apoyo, hospitalidad, etc.)
- Ofrendas que aportaste este año (tiempo, amor, ropa, recursos etc.).
- Dones nuevos que descubriste en ti.
- Malos hábitos que reemplazaste por buenos.
- Fruto de Espíritu que fortaleciste este año (¿amor, gozo, paz, paciencia, bondad, amabilidad, mansedumbre, fe, dominio propio?).
- Cuanto fortaleciste tu relación con Dios. (oración, lectura diaria de la palabra, ayunos, devocionales, etc.)
- Oportunidades en que corriste a la cruz, para volver a comenzar.
- ¿Conoces más a Jesús, finalizado este año?
También te animo a que seas absolutamente sincera y reconozcas aquellas cosas que no hiciste bien y de las cuales puedes aprender mucho, para que de esta manera en tu año 2020, no vuelvas a caer en las mismas trampas.
Porque no se trata solo de hacer y hacer, asistir a cuantas reuniones convoquen en tu congregación o pasártela de congreso en congreso, muy por el contrario esto se trata de que si caes, te vuelvas a levantar, conociendo que tienes un Padre celestial amoroso, que te limpia, sana y te impulsa para que continúes adelante. Se trata de SER, para luego HACER.
En tu año 2020, más que cosas materiales, necesitas anhelar con todas tus fuerzas ser más como Jesús, más parecida con él, más de su carácter en ti, más intimidad con él, mayor profundidad. Amar a Dios en el primer lugar en tu vida, debe ser el resultado evidente de tu balance.
Si tu balance no se ve tan positivo, tranquila, Dios tiene un maravilloso y espectacular nuevo año delante de ti (por cierto, no exento de problemas o momentos difíciles), pero donde puedes volver a comenzar y trabajar tus áreas débiles, también potenciar tu relación con Dios, solo confía en él y anhela profundizar más en tu relación con él y en el camino disfruta la aventura.
“Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el Señor. Son planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza”. (Jeremías 29:11 NBV)
Por Elizabet Ana Cornejo Gajardo
- Posted by Planeta Girl
- On diciembre 30, 2019
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