¿EN EL CIELO O EN EL CELU?
No disfrutar a Dios es deshonrarle. – John Piper
No es de extrañarnos, pero hoy vemos personas de todas las edades, con un celular en sus manos, unos están navegando en redes sociales, otros viendo YouTube, escuchando música en spotify, contestando emails, cotizando artículos, comprando comida, pidiendo Ubers, etc., la lista de utilidades es larguísima. Pero el caso es que prácticamente ninguna de nosotras es ajena a esta realidad, de hecho puede que estés leyendo este artículo, justamente desde tu celular.
Personalmente considero que los celulares son una herramienta espectacular, ya que nos simplifican la vida, pero tal como dije, son una “herramienta” que si le damos un correcto uso nos pueden ayudar, sin embargo ¿que sucedería si esa “herramienta” se transforma en parte indispensable de tu vida?, ¿Si gran parte de tu día te la pasas mirando tu celular?, O ¿Si tu estado anímico se ve influenciado por los “likes” en tus redes sociales? (por favor medita unos segundos y continua leyendo).
Seamos sinceras, todas en algún momento hemos perdido el control sobre nuestro teléfono celular y sin darnos cuenta, no podemos vivir sin estar mirándolo.
“La mayoría de las personas revisan sus celulares 150 veces al día, o cada seis minutos”, “Y los jóvenes envían en promedio 110 mensajes de texto al día”. Además, agregó que el “46 por ciento de los usuarios de teléfonos inteligentes ahora dicen que no podrían ‘vivir sin sus dispositivos’”. (Extracto de la Revista New York Time (17.01.2017)
¿Has nota que normalmente, al estar mirando el celular tus ojos y cabeza se inclinan para realizar esta acción?
Si comparas cuanto de tu día pasas “entretenida” en tu celular, versus el tiempo que pasas inclinando tu cabeza, para leer y estudiar tu biblia, orando y meditando en Dios, ¿Cuál crees que sería el resultado?
A diferencia de las tendencias del mundo, Dios nos hace una y otra vez la invitación, a alzar nuestros ojos al cielo y fijar nuestra mirada en él.
¡Oh Dios cuyo trono está en el cielo: a ti levanto la mirada!
Como el siervo mantiene la mirada en su amo, como la esclava observa la mínima señal de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios, esperando su misericordia.
Salmo 123:1-2 NBV
No te hablo desde la vereda de la perfección, sino que te hablo desde mi propio proceso, en donde muchas veces me he visto atendiendo más mi celular que mi relación con Dios, por esto lo que busco es animarte e inspirarte para que alces tus ojos al cielo y contemples la hermosura y gloria de Dios, desbordando así, tus afectos y amor solo en él y no en las cosas pasajeras de este mundo.
Jesús murió para hacernos libres, por completo y para siempre, entonces ¿por qué has de ser esclava de tu celular?
Utiliza esta “herramienta” para hacer tu día, más ágil y fácil, pero considera siempre tenerlo en el lugar correcto entre tus prioridades, Dios debe ser el primero en tu día, en tu corazón, en tu mente, alma y vida, todo lo demás debe estar después de él.
Te comparto algunos consejos que yo misma aplico:
- Establece un horario de uso de tu celular (por ejemplo: ¿por las mañana das gracias a Dios por un nuevo día, apenas abres los ojos? O ¿lo primero que haces es mirar y responder mensajes de tu celular?).
- Mide el uso diario de tu celular y ponte límites saludables.
- Aparta al menos 1 día de tu semana para NO revisar redes sociales. (necesitas alimentarte más por lo que piense Dios de ti, que lo que piensen las personas acerca de ti).
- Cuando estés almorzando o compartiendo en familia o amigos, deja tu celular a un lado y comparte face to face con las personas.
Puedes hacer estas y otras cosas más, pero todo radicará en tu corazón, por ello examínalo diariamente y pide gracia a Dios, para vencer todo vicio que quiera robar tu atención y enfoque de él y vive para disfrutarlo y darle gracias por sus bondades a tu vida, en este mundo real y no cibernético.
Y tus ojos… ¿están en tu CELU o en el CIELO?
Por Elizabeth Ana Cornejo Gajardo
- Posted by Planeta Girl
- On septiembre 2, 2019
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