Recuerdo la primera vez que me tocó llenar un documento ya estando casada, llegué a la pregunta de “estado civil”, me llené de emoción y de nostalgia al mismo tiempo, porque por primera vez me tocaba escribir “casada” pero al mismo tiempo sentí nostalgia de saber que había terminado una etapa que nunca más volvería, pero que aprendí a disfrutar demasiado. 

Me encantaría compartir contigo 3 aspectos que aprendí estando soltera y que cada vez que puedo, los comparto, porque al final, la soltería no debería ser una etapa de la que nos urge salir, sino una que nos llene de propósito, aprendizaje y nos prepare para nuestra siguiente etapa, así que aquí van:

1.- Disfruta

Vales miles de sueños más que sólo sentarte a esperar al amor de tu vida. Quítate la idea de que la soltería es aburrida, la soltería es una etapa increíble que Dios nos regala para disfrutarnos a nosotras mismas.

¿Qué amas hacer? , ¿Qué quieres aprender? , ¿Qué te gustaría ser en la vida? 

¡Empieza HOY! No esperes a casarte para comenzar lo que siempre has soñado hacer, a los hombres siempre les parecerá atractiva una chica que toma riesgos, que vive y disfruta la vida, más allá de una que espera que un hombre la saque de lo ordinario de su vida.

2.- Aprende

Todo lo que puedas aprender en esta etapa de tu vida, te ayudará para la siguiente, nada es en vano. Recuerdo que mi mamá siempre me decía que aprendiera a cocinar, ojalá la hubiera escuchado, hoy después de quemar varias ollas de cocina, creo que voy mejorando.

El matrimonio requiere y exige lo mejor de ti, así que asegúrate de aprovechar demasiado y sacarle todo el jugo a tu soltería, todo lo que aprendas, lo vas a usar más adelante.

3.- El matrimonio no es una salida

A lo largo de los años he tenido la oportunidad de conocer muchas chicas que a sus veintitantos años, parecen desesperadas y les urge casarse para escapar, de sus padres, familia, situación, etc. Déjame decirte que si esa es tu motivación para casarte, NO LO HAGAS, vas a fracasar, lo he visto miles de veces! 

Ésta es una decisión que no se toma en un estado de urgencia, sino una donde tienes que tener la dirección y la paz de Dios y de tus padres, así que no huyas de tu soltería y no tomes el matrimonio como una salida fácil. 

Al final, cada quien corre su carrera, hay quienes se casan muy jóvenes, hay quienes esperan un poco más. Disfruta tu carrera, no te dejes presionar por la de los demás. En vez de querer cambiar tu estado civil, cambia tu actitud a la etapa que hoy te toca y sólo disfrútala, porque va a llegar el día en que termine y que mejor, que sabiendo que cumpliste todas tus metas como soltera y estás plena y lista, para comenzar una vida casada. 

Escrito por Katia Ost