Estémos alertas y mantengámonos despiertas
Mantenerse despiertas más allá de lo que nuestro cuerpo soporta es realmente complicado, puede ser que en primeras instancias no sintamos mucho el agotamiento, pero a medida que pasan los días el cuerpo comienza a desgastarse y a sentir los efectos propios de la falta de sueño.
He tenido momentos en donde debo estar atenta y poner toda mi atención, pero viene un deseo de dormir, mis ojos comienzan a pesar y no logro tenerlos abiertos, es una sensación difícil de llevar.
En forma natural nuestro cuerpo a parte de una buena alimentación también necesita descanso, dormir las horas suficientes para que pueda rendir correctamente, de no ser así, el cansancio tomará control nuestro, si no dormimos las horas necesarias eso repercutirá en el tiempo y puede hasta enfermarnos.
Pero, en lo espiritual es totalmente distinto, una de las cosas que constantemente se nos anima en la palabra es que no durmamos, que vigilemos, y que estemos alertas.
Marcos 13:32-37
» Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán esas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe.
Y, ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en guardia! ¡Estén alerta!
» La venida del Hijo del Hombre puede ilustrarse mediante la historia de un hombre que tenía que emprender un largo viaje. Cuando salió de casa, dio instrucciones a cada uno de sus esclavos sobre el trabajo que debían hacer y le dijo al portero que esperara su regreso.
¡Ustedes también deben estar alerta! Pues no saben cuándo regresará el amo de la casa: si en la tarde, a medianoche, durante la madrugada o al amanecer.
Que no los encuentre dormidos cuando llegue sin previo aviso.
Les digo a ustedes lo que digo a todos: ¡Manténganse despiertos esperándolo a él!
A diferencia de lo que necesita nuestro cuerpo para estar en un estado saludable, nuestro espíritu se hace más fuerte y se nutre en la medida que tiene menos reposo, me refiero a que debe estar activo, despierto, velando, vigilando.
Esto lo hacemos por medio de nuestra comunión con Dios, si nuestra comunión es buena, profunda, nuestro espíritu se fortalecerá y estará en estado de alerta, si nuestra comunión es pobre, nuestro espíritu no tendrá fuerza alguna.
El estar en comunión con Dios, no es simplemente escuchar música que te edifique, no es solo pensar en el Señor, estar llena de actividades en la congregación o tener comunión con los hermanos.
El estar en comunión con Dios, es entregar tu vida, tiempo, espacio, entregar tu corazón, despojarte de tus intereses y de lo que tu corazón quiere hacer, para que Cristo obre y se manifieste en ti.
A medida que más nos acercamos a Dios por medio de la oración y por el estudio de la palabra, nos haremos más íntimas con Dios, sabremos cuáles son sus planes para nuestras vidas, cuáles son sus promesas, que podemos y no podemos hacer, la comunión íntima con Dios es la que nos dará la gracia que necesitamos para correr esta carrera de largo alcance y enfrentar cada situación que se nos haga difícil, nosotras no estamos capacitadas para lograrlo por nosotras mismas, no estamos aptas para hacerlo en nuestras propias fuerzas, por eso necesitamos de la gracia del Señor, para hacernos más fuertes y vencer en el día difícil.
Si no vemos la urgencia que tenemos de conocer más a Dios, si no buscamos de su presencia, no tendremos la capacidad de estar en alerta ni menos vigilando. ¿Vigilando qué?, vigilando nuestro caminar, estar alerta a los dardos y acechanzas del maligno, estar atentas para que nuestro testimonio refleje a Cristo, velar para que nuestra vida en Cristo sea real, no con actitud religiosa, y darlo todo a quien lo da todo por nosotras.
No sabemos cuándo Él vendrá, pero, nuestro trabajo es velar, vigilar y no quedarnos dormidas espiritualmente, y que en su regreso nos vea despiertas, anhelantes por hacer su voluntad, vigilar para no caer en engaños, para no desviarnos del propósito, para no hacer nuestra propia voluntad.
Vigilemos, ¡Estemos alertas!, porque no sabemos a qué hora y cuando vendrá el Señor por su iglesia, vivamos como si supiésemos que viene en este instante.
¡Mantengámonos despiertas esperándolo a Él!
Por Karen Quiroz
- Posted by Planeta Girl
- On enero 7, 2019
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