“Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro”.

Hay cuatro tipos de chicas, las inteligentes, las inteligentes que toman decisiones tontas, las no tan inteligentes que toman decisiones inteligentes y las no tan inteligentes que toman decisiones tontas. Cuando pensamos en inteligencia inmediatamente pensamos en coeficiente intelectual pero interesante esta definición:
“El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere (“escoger”).

Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un problema. De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema”.

Tomar decisiones inteligentes, te consideres o consideren los demás inteligente o no, no es una cuestión de capacidad cognitiva (aunque siempre ayuda), es una cuestión de una primera decisión. La decisión de seguir a Jesús, conocer sus enseñanzas y desarrollar una relación con él. Él es nuestro creador, es quien sabe mejor que nadie lo que es bueno o no para nosotras.

Este primera decisión inteligente te llevará a un sinfín de buenas decisiones, porque de eso se trata la Biblia, de ayudarnos a conocer a Cristo y nuestro propósito en la vida.

Quizás no te consideres muy inteligente y encima estés viviendo una situación difícil por la falta de sabiduría en la toma de decisiones de tus papás, hermanos, u algún otro familiar. Las consecuencias de nuestras decisiones afectan a todos los que nos rodean. Quizás aun te repiten todos los días cuán tonta eres, o cuántas tonterías haces. Pero esto no significa que sea verdad o que no pueda cambiar tu destino. Elegir a Jesús es tu primer paso inteligente.

Tienes en tu mano LA SABIDURÍA, que es Dios mismo y él desea que seamos la persona más inteligente que podamos ser. Que cada una de tus decisiones afirmen tus pasos, te hagan sentir orgullosa de quien eres en Cristo y puedas mirar a un futuro brillante.
Decídete a ser la chica más inteligente del grupo, quien actúa con sabiduría y brilla aun en la oscuridad.

Te animo a que leas Proverbios del 1-9 y descubras los beneficios de la sabiduría.

Luego lee el resto de proverbios, uno a uno, y cuando te encuentres con uno que sea MUY importante para ti en ese momento lo copies, lo decores y lo pegues en algún lado donde lo veas todos los días.

Escrito por Valeria Leys.