Mateo 22:39 «Jesús dijo ““Ama a tu prójimo como a ti mismo.»

Lo cierto es que si no puedes amarte a ti misma, ¿cómo le harás para amar a otro?

La próxima vez que alguien te diga «Te amo», trata de responderle ¿te amas a ti mismo?

Cualquiera que no sabe quién es, se convierte en un objeto de juego para que alguien más te moldee en otra imagen.

Una vez le dije a mi ex: «Terminamos» y me dijo: «Me mataré, tú eres mi todo». Salí corriendo del lugar y le dije: «Mátate porque no estoy dispuesta a ser el Dios de nadie (No puedo con esa tarea)». ¿Te imaginas?

El amarse a sí misma no es llegar al egocentrismo sino a respetarte, valorarte y protegerte. Si no te amas a ti misma, buscarás a alguien más para complementar tu ausencia de amor, esperarás de esa persona más de lo que él podrá darte; es mejor ser sorprendida que ser defraudada.

Algunas personas siempre quieren estar con otros porque no se gustan a sí mismos o porque son tan vacíos que tienen que vivir por medio de otros. La Biblia dice que nosotros somos cisternas rotas, así que en algún momento dañarás y otras cisternas te dañarán, pero en otros momentos, estaremos llenos de amor y al siguiente día vacíos.

El éxito en lograr amar verdaderamente a los otros es llenar el tanque de amor por nosotros mismas constantemente.

Cuando te respetas, aprendes a respetar a los demás y a sus sentimientos.

Dedica tiempo en edificarte a ti misma antes de construir tu relación con otra persona.