Un amor que no se rinde
La Biblia nos habla en Apocalipsis 3:7-13 “Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir: Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra. Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo. El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”
Dios dice ellos reconocerán que yo te he amado.
Quiero recordarte el amor de Dios por ti, eres su amada iglesia, su amado hijo, el objeto de su amor.
La esencia de Dios es AMARTE y demostrártelo día a día.
Romanos 5:5 «… y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado»
La única forma que podamos experimentar cuánto nos ama Dios es teniendo amistad con el Espíritu Santo. Ya que el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que no es dado.
Nada de lo que hagamos hará que Dios deje de amarnos o que nos ame menos. ¡Eres alguien a quien Dios ama!
Juan 3:16 «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna»
El milagro más grande que se hizo en este mundo fue por amor a ti pues de tal manera te amo, que dio a su hijo para que fueras salvada.
Dios entregó un hijo para ganar otra hija. Quizá hoy no te sientas amada por Dios sino juzgada, pero el amor de Dios no te condena, el amor de Dios te perdona… El amor de Dios nunca deja de ser… El amor de Dios te atrae a tu propósito con lazos invisibles de perseverancia.
Decídete a vivir como amada por el ser más maravilloso e importante del Universo: Dios, tu Padre Celestial.
1 Juan 4:8 “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”
DIOS NOS AMA PORQUE ÉL ES AMOR: Su amor por nosotros es eterno, perfecto e incondicional.
Él nos ama, no porque nosotros lo merezcamos, sino porque Él es el amor.
Su amor nunca se ha rendido con nosotros por eso hoy continuamos vivimos y desde el silencio del universo se puede escuchar una voz que dice “TE AMO”.
¿Por qué piensas que me olvidaría de ti? Ellos no conocen cuánto te amo, pero muy pronto todos sabrán del gran amor que tengo por ti.
Jeremías 31:3 “Dios se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia “
La palabra “misericordia” es compasión hacia los sufrimientos o errores de otros, que se traslucen en actos de amor.
Día a día Dios nos muestra su misericordia. Cada día hay un nuevo cheque de misericordia para ti, algunos le preguntan ¿Dios por qué me perdonas tanto? La respuesta es porque te amo, por eso prolongo mi misericordia; quizá esa enfermedad trató de matarte, pero Dios te prolongó su misericordia, te añadió años de vida.
Dios ha sido tan paciente con nosotros, que, a pesar de cometer muchos pecados, de alejarnos de rebelarnos contra él y decirle “ya no quiero nada contigo, déjame” …nos ha perseguido porque prometió extendernos su misericordia por amor.
Dios está interesado en bendecirte porque es un padre bueno y amoroso.
El amor humano es condicional pero el amor de Dios es incondicional e inmutable y eterno.
Aún con nuestros defectos, su amor incondicional no depende de nosotros sino depende de Él, de su misma esencia.
El amor de Dios no te utiliza, ni sacará provecho de ti, sino que te servirá y te bendecirá.
El amor de Dios por ti es tan grande que nada te puede separar de Él
Romanos 8:38-39 “Por lo cual estoy seguro de que ni a muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro»
Nunca dudes del amor que Dios tiene por ti, porque su amor es inmenso.
Aunque no lo veas es más alto y profundo que el peso de tus pecados y el tamaño de tus problemas.
1 Corintios 13:4-8 “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza en la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…”
Podemos habernos escondido de su amor, pero su amor para nosotros no tiene una fecha de vencimiento, es siempre, es por siempre, nunca deja de ser. Su amor no lo merecemos, pero Él nos lo regala.
Dios no está molesto contigo, te ama desde el principio hasta la eternidad, no ha dejado extrañarte.
El amor de Dios se deleita en ti, en verte. Se alegra cuando despiertas y cuando abres los ojos, te cubre con un manto de justicia y te adorna como a su novia.
El amor de Dios te hace caminar con una favorecida.
Salmo 107.8 (NBD) «¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!»
Permanece en el amor de Dios Juan 15:9-10 “Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor»
- Posted by Planeta Girl
- On octubre 16, 2017
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