¿Perdonaste?
Te pregunto si quieres perdonar, porque muchas veces decimos de la boca para afuera ¡ya te perdone’! pero si nos vuelven a introducir el dedo en la yaga revienta la herida. Por mucho tiempo hemos escuchado que perdonar es olvidar, pero yo creo que perdonar es recordar pero sin que te duela. Y es que aún no tenemos la habilidad de borrar nuestro registro de recuerdos, pero si pudiéramos borrar de nuestro recuerdo cada vez que alguien nos ofende, seria maravilloso tener memoria de corto plazo para las ofensas.
No podremos tener una conciencia limpia si tenemos falta de perdón, no podremos dormir en paz con una espina clavada en el corazón. Hasta los huesos se retuercen cuando no perdonamos de corazón, es una ley divina somos perdonados cuando perdonamos.
Mateo 6:14-15 NBV “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. 15 Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.”
¿Cómo marchan tus relaciones con los demás? ¿Eres pleitista? o ¿cuándo te enciendes en ira no hay quien te apague?
Cuando las ofensas son producidas por personas que conocemos que no nos importan, es más fácil practicar el perdón, pero cuando las heridas son realizadas por aquellos que están a nuestro lado, por aquellos que ocupan un lugar en nuestro corazón, sobre todo cuando la ofensa se realiza en forma constante, es difícil perdonar, y digo difícil, pero no imposible.
Todos somos obras inconclusas, ¡nadie es perfecto! así que todos somos agresores y víctimas a la vez, pero no podremos vivir siendo los que disparan ni de los que lloran por la herida abierta.
Algunas me dirán: ¡Yo ni loca perdono! ¡Para ti es fácil porque no sabes todo lo que me ha hecho! Y otros más bíblicos que ya perdonaron las 70 veces 7 que dice la Biblia, pero aún con todas las 490 veces de perdones necesitamos seguir perdonando a diario, aún cuando te dejen de hablar, hablen a tus espaldas, es preferible perdonar a quedarse en la cárcel fría de la falta de perdón.
Las resentidas no podrán perdonar, pero se toman el veneno destructivo de la falta de perdón, a la larga será una bomba de tiempo que pronto estallará incendiando primero al que lo porta.
Hebreos 12:15 “Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos”
Querida amiga, no alimentes a esas bestias que terminaran devorando tu vida, decide perdonar. Si pones de un lado de la balanza tu problema, la incomprensión, el desacuerdo que provocó el conflicto, y por el otro lado todo el sufrimiento y las consecuencias que estas experimentando por rehusarte a perdonar, ¿vale la pena tanto dolor, es necesario atravesar por ese camino de sufrimiento y amargura? ¿Es justo que tus seres queridos paguen las consecuencias de tu resentimiento?
Perdona pronto, no dejes que pase el tiempo sino la factura será más larga.
El perdonar te hace libre a ti ¿ya te perdonaste a ti misma? ¿cuántas veces al día dices: ¡Si hubiera hecho esto! ¡Qué tonta soy! ¡Qué mala decisión tomé! ¡Cómo pude hacer eso!? Comienza perdonándote a ti, porque Dios ya lo hizo contigo.
Dios considera maldad a los que no quieren perdonar sabiendo que tienen que hacerlo, ¿perdonaste a Dios? Si, a Dios por todas las circunstancias que le haz endosado diciéndole: pero yo oré y mira lo que pasó, me porto bien pero aún no recibo ninguna bendición. ¿por qué murió mi papá? ¡no es justo Dios todo lo que me pasa!
Deja de mirar a la gente, y comienza a mirar a Dios
Ora conmigo: “Señor, tú eres mi fuente, y saco de ti el poder para ser amable. Saco de ti el perdón que necesito para perdonar en estos momentos. Saco de ti el amor que necesito expresar, y quiero perdonar de corazón a todos lo que me ofenden”.
- Posted by Planeta Girl
- On octubre 2, 2017
- 1 Comments
1 Comments