Primero lo primero
¿Qué fue primero: El Huevo o la Gallina?
¿Alguna vez te plantearon esa pregunta? ¿Te sentiste confundida respecto de la respuesta? ¿Había opiniones divididas? ¿Hasta el día de hoy no sabes que es primero? jajajaja….
Amiga, en esta oportunidad traigo una pregunta mucho más concreta para ti:
¿Está Dios en el primer lugar en tu vida?
Si tu respuesta es un rotundo SI, o bien si dudas, o tal vez directamente respondas que NO, te invito a que juntas analicemos que significa que Dios esté en primer lugar…
“v5 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Deuteronomio 6:5 LBLA)
Este versículo es uno de mis favoritos, aquí podemos ver la tierna instrucción de Dios, de amarlo en primer lugar y con todo lo que somos (Emociones, Intelecto, Decisiones, Mente, tiempo, recursos, etc.).
Según el diccionario, la palabra “Primero”, significa: “Excelente, grande, que sobresale y excede a otros, que ocupa el lugar número uno en una serie ordenada de elementos, y que precede a los demás de su especie en orden, tiempo, lugar, situación y clase”.
Con esta definición, podríamos concluir que Dios quiere ser el “Primero” en nuestra vida, el más grande, el que sobresale a todo lo demás, el que excede a otros y el que ocupa el lugar número uno en nuestras prioridades. Que hermoso es ver que es él quien quiere ser el primero en nuestro corazón, porque anhela una relación cercana con nosotras (Nos anhela, woooo esto me parte la cabeza!!!). Es ahí donde confirmamos que todo comienza en Dios y que todo se trata de él, es él quien nos busca y quien nos amó aun antes de nacer y quien nos sigue amando a pesar de nosotras mismas.
¿Por qué, crees tú, que Dios fue tan específico al instruirnos que debemos amarlo a él en primer lugar y con todo lo que somos?
Creo que es porque debe ser una decisión diaria, continua y consciente, comprendiendo que no se trata de una emoción, ni algo sentimental, no depende de si lo siento o no, de si me ha ido bien o si tengo las bendiciones que estaba pidiendo, sino de una convicción profunda, ya que es fácil relegar a Dios al segundo, tercer o cuarto lugar, es triste, pero muchas veces es nuestra realidad.
Amar y conocer a Dios, nos lleva a ponerlo en primer lugar, esto en la práctica requiere que pasemos tiempo con él, conociéndolo a través de su palabra, dependiendo de él a través de la oración, buscarlo intencionalmente y anhelarlo, como a un tesoro precioso y de gran valor. Ponerlo en primer lugar demuestra nuestra confianza en él y refleja que es él, el mayor amor de nuestro corazón, todo lo demás es secundario.
A pesar de que constantemente caemos y fallamos, Dios es rico en misericordia, nos mira a través de Jesús y por su obra perfecta, podemos acercarnos confiadamente, así que si hoy estas lejana, o te sientes rechazada, saca ese peso de tu corazón y acércate a Dios, sin dudar, y pídele que él te atraiga, fascine tu corazón, y te enamore cada día, para así ponerlo en primer lugar.
¿Qué tal si este año, una de tus metas conscientes, es que Dios llegue a ser el primero, el número uno y el que excede a otros, en tu vida? ¿Y si ya es el primero en tu vida, que tal si ayudas a otras chicas a buscarlo y conocerlo, o mejor aún, darlo a conocer a aquellas que están lejos? Dios es un Dios hermoso, digno de toda nuestra confianza y cercano a quienes lo buscan (El Señor está cerca de cuantos lo llaman, sí, de todos los que llaman sinceramente. Salmos 145:18).
Si Dios es lo primero, todo lo demás estará en el lugar correcto; tus prioridades, familia, amigos, sueños, planes, responsabilidades, etc., todo estará en el lugar que le corresponde, porque “Primero es lo Primero”.
Por Elizabeth Ana Cornejo Gajardo
- Posted by Planeta Girl
- On abril 20, 2018
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