Filipenses 4:8 dice: “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.» 

¿Quieres ser mejor persona? Agrega Filipenses 4:8 a tus días!

Esta cita bíblica es muy especial porque nos ayuda a reflexionar sobre nuestras acciones y a cuidar mucho nuestro corazón de hacer cosas que no son correctas y que no agregarán valor a nuestras vida. Si nos apropiamos de este versículo y si cumplimos su buen consejo, proyectaremos mucho a Jesús y mantendremos un corazón sano.  ¿Quieres eso en tu vida?

Ok entonces tengamos en cuenta lo siguiente, la invitación principal de este versículo es pensar y reflexionar. No se trata de actuar por actuar, se trata de reflexionar si lo que hacemos o lo que vamos a hacer, agrega algún valor a nuestra vida o a la vida de otras personas. En esto se resume todo y es un ejercicio sencillo pero constante, ¿cómo lo hacemos? Examinando nuestros sentimientos, nuestras acciones, pensamientos, y cada vez que sintamos algo o decidamos hacer algo preguntarnos si esa acción, decisión o sentimiento es verdadero, si es honesto, si es justo, si es puro, si es amable, si es de buen nombre (en otras versiones “si es digno de admiración”) y si hay alguna virtud en eso; si la respuesta es sí, adelante, continúa en ello, y deja que forme parte de tu vida y de tu corazón, pero si no hay pureza o virtud allí, si no es digno de admiración o alabanza, deséchalo inmediatamente de tu mente y de tu vida.

¿Por qué hacer esto constantemente? Porque a veces no nos damos cuenta que estamos en lo incorrecto hasta que nos detenemos a reflexionar en ello. Muchas veces nos dejamos llevar por nuestros impulsos o por el día a día, y no notamos que o contaminamos nuestro corazón con ciertas acciones o contaminamos el corazón de los demás. Solo para darte algunos ejemplos, como mujeres podemos caer fácilmente (sin pensarlo demasiado) en chismes, envidias, resentimientos, celos, rivalidad con alguna otra chica por algún motivo…etc. las cuales tal vez no están presentes en nuestras mentes como algo malo pero en realizada lo son.

Así que amiga, empecemos por estas pequeñas acciones que nos enseña Filipenses 4:8. El mundo necesita ver a Jesús en ti; estoy segura que serás una mujer de ejemplo, digna de admiración y llena de esa gracia que todos desean ver.

Por Catherine Morelo